Ha venido tu lengua; está en mi boca como una fruta en la melancolía. Ten piedad en mi boca: liba, lame, amor mío, la sombra.
Leer más »Alguien ha entrado en la memoria blanca, en la inmovilidad del corazón
Alguien ha entrado en la memoria blanca, en la inmovilidad del corazón. Veo una luz debajo de la niebla y la dulzura del error me hace cerrar los ojos. Es la ebriedad de la melancolía; como acercar el rostro a una rosa enferma, indecisa entre el perfume y la muerte.
Leer más »Llegan los animales del silencio
Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados por el viento y el llanto. Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos abandonados por la esperanza.
Leer más »Hablan los manantiales en la noche, hablan en los imanes del silencio
Hablan los manantiales en la noche, hablan en los imanes del silencio. Siento la suavidad de las palabras olvidadas.
Leer más »He envejecido dentro de tus ojos
He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos. Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro, pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te siento en mis labios al ir …
Leer más »La obscenidad entró en mis huesos
La obscenidad entró en mis huesos y, más tarde, aquel aceite sigiloso, el que prepara el corazón. Ahora vendrán los días de las grandes milongas.
Leer más »LA CIUDAD MIRA EL SÍLICE LAS MONTAÑAS COMO UNA GÁRGOLA INMÓVIL
LA CIUDAD MIRA EL SÍLICE LAS MONTAÑAS COMO UNA GÁRGOLA INMÓVIL La ciudad mira el sílice de las montañas como una gárgola inmóvil ante los círculos de la eternidad y se rodea de colinas cárdenas en las que el tomillo es abrasado por el invierno. Siento la espesura fluvial; …
Leer más »Sábana negra en la misericordia
Sábana negra en la misericordia: Tu lengua en un idioma ensangrentado. Sábana aún en la sustancia enferma, la que llora en tu boca y en la mía y, atravesando dulcemente llagas, ata mis huesos a tus huesos humanos. No mueras más en mí, sal de mi lengua. Dame la mano …
Leer más »AQUELLOS CÁLICES
AQUELLOS CÁLICES Aquellos cálices ¿Quién habla aún al corazón abrasado cuando la cobardía ha puesto nombre a todas las cosas? Silba el adverbio del pasado. El cobre silba en huesos juveniles, pero es el día del invierno. Alguien prepara grandes sábanas y restablece la oquedad. Sólo hay sustancia en …
Leer más »Amé todas las pérdidas
Amé todas las pérdidas. Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
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