GEÓRGICAS Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras, pero, ¿qué hago yo delante del abismo? Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado.
Leer más »PAVANA IMPURA
PAVANA IMPURA Tu cabello en sus manos; arde en las manos del vigilante de la nieve. Son las cebadas, la siesta de las serpientes y tu cabello en el pasado. Abre tus ojos para que yo vea las cebadas blancas: tu cabeza en las manos del vigilante de la …
Leer más »UN BOSQUE SE ABRE EN LA MEMORIA
UN BOSQUE SE ABRE EN LA MEMORIA Un bosque se abre en la memoria y el olor a resina es útil al corazón. Vi las esferas del sudor y los insectos en la dulzura; luego, el crepúsculo en sus ojos; después, el cardo hirviendo ante el centeno y la …
Leer más »Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritu
Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritu al recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel, tus pétalos vivientes. Atravesando los aniversarios, a veces viajan las palomas ebrias. Venga desnuda tu misericordia, ah paloma mortal, hija del campo.
Leer más »EL VIGILANTE DE LA NIEVE
EL VIGILANTE DE LA NIEVE El vigilante fue herido por su madre; Describió con sus manos la forma de la tristeza y acarició cabellos que ya no amaba. Todas las causas se aniquilaban en sus ojos.
Leer más »El mirlo en la incandescencia de tus labios se extingue
El mirlo en la incandescencia de tus labios se extingue. Yo siento en ti grandes heridas y te desnudas en mis fuentes. Se extingue el mirlo en las alcobas blancas donde soy ciego, donde, algunas veces, suenan en ti grandes campanas.
Leer más »En la ebriedad le rodeaban mujeres, sombra, policía, viento
En la ebriedad le rodeaban mujeres, sombra, policía, viento. Ponía venas en las urces cárdenas, vértigo en la pureza; la flor furiosa de la escarcha era azul en su oído. Rosas, serpientes y cucharas eran bellas mientras permanecían en sus manos.
Leer más »Busco tu piel inconfesable
Busco tu piel inconfesable, tu piel ungida por la tristeza de las serpientes; distingo tus asuntos invisibles, el rastro frío del corazón. Hubiera visto tu cinta ensangrentada, tu llanto entre cristales y no tu llaga amarilla, pero mi sueño vive debajo de tus párpados.
Leer más »Vigilaba la serenidad adherida a las sombras
Vigilaba la serenidad adherida a las sombras, los círculos donde se depositan flores abrasadas, la inclinación de los sarmientos. Algunas tardes, su mano incomprensible nos conducía al lugar sin nombre, a la melancolía de las herramientas abandonadas. Cada mañana ponía en los arroyos acero y lágrimas y adiestraba a los …
Leer más »La inexistencia es hueca como las máscaras
La inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es lívida, pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias los ojos que vieron la inexistencia.
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