Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados por el viento y el llanto.
Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos abandonados por la esperanza.
Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados por el viento y el llanto.
Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos abandonados por la esperanza.