Un encino llamado Gamoneda en Monterrey (México)

Monterrey (México), 1 de diciembre de 2010. En el Parque Fundidora, un encino fue bautizado con el nombre de Antonio Gamoneda. © Fotografía de Raul Palacios.
Monterrey (México), 1 de diciembre de 2010. En el Parque Fundidora, un encino fue bautizado con el nombre de Antonio Gamoneda. © Fotografía de Raul Palacios.

“La poesía es creación y revelación”, señala Antonio Gamoneda

Tributo al ganador del Premio Cervantes organizado por la editorial Vaso Roto

Publicado en el periódico Milenio.com
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Monterrey, NL.- Ayer por la tarde, el poeta español Antonio Gamoneda cumplió aquel “ciclo del hombre” que dicta la sabiduría popular pues ya tenía un libro, ya tenía un hijo y, desde hoy, ya tiene un árbol que se plantó en su honor dentro del Parque Fundidora.

De notable emoción, perfecta lectura y con la exactitud en las palabras que sólo tiene alguien que puede dominarlas, Gamoneda (Oviedo, 1931) agradeció el homenaje que le brindaron poetas de la localidad así como el Conarte en la escultura Vaso Roto, que se ubica al interior del Parque Fundidora.

 Ahí, un joven encino de algunos dos metros de alto fue bautizado como “Árbol Antonio Gamoneda”, el cual recibió la bendición del poeta con un ligero abrazo.

“Dicen en mi tierra, y supongo que en la de ustedes también, que un hombre ha de tener un hijo, un libro y un árbol. A mí me faltaba el árbol y me lo han proporcionado ustedes”, expresó, de pie, el poeta ante un público compuesto casi en su totalidad por poetas de la localidad.

Entre ellos estaba Jeannette Clariond, directora de la editorial Vaso Roto, quien evocó al calendario de los antiguos mexicanos para recordarnos que el día de ayer sería nombrado “Uno lagarto” el cual se dedicaría al “día de la creación”, y que por las coincidencias mágicas de los antiguos mexicas, ese mismo día se conmemoraba a la creación poética de Gamoneda.

Bajo la protección de los verdes pinos y encinos, los primeros vientos del invierno recibieron al poeta, ganados del Premio Cervantes en 2006. En otro tanto, el promotor cultural Luis Aguilar evocó que la poesía de Gamoneda “afina las conciencias” de sus lectores. Lo colocó, además, como el mayor poeta español “desde aquella gloriosa Generación del 27”.

Ante las palabras de aprecio, y frente a su “árbol” que apenas lo conocía, Gamoneda se mantenía tranquilo y escuchando. Al pasar a conocer al “primogénito” que dejará sembrado en las tierras del Fundidora, se mantuvo de pie frente al micrófono por casi una hora, en donde ofreció cátedra, discurso y hasta poemas inéditos.

“Esto tratando de liberarme de una hermosa carga, que es la emoción”, expresó el autor de Descripción de la mentira.

A continuación, un fragmento de su discurso en frases, que hicieron que el frío de la noche no robara la atención de su charla:

“Acabo de decir que la poesía viene a ser un indefinible. Y sí, es cierto. (…) El lenguaje interior que se manifiesta cerebralmente en nosotros es poético porque se produce rítmicamente. (…) Yo digo que no sé lo que sé hasta que no me lo dicen mis propias palabras ya escritas. (…) Yo pienso que el pensamiento poético es música en su origen. (…) La poesía no es la propagación del discurso, pues para eso está el mitin. La poesía es creación y revelación, y sólo se crea lo que no existe. (…) Mi poesía es poco realista. (…) Los poetas no tenemos que defender algún teorema, sólo dependemos de nuestra sensibilidad. (…) Los pensamientos pesimistas son más abundantes en mi poesía que los pensamientos positivos. (…) La vida es un accidente… un extraño viaje”.

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